Reparta la carga por toda la caja frigorífica, evitando apilamientos poco estables.
Coloque los productos más pesados y menos frágiles sobre el suelo. Así habrá una base segura para una carga estable.
Organice la carga de sus productos de manera que sea fácil de acceder a ellos en el momento necesario.
Coloque los productos de forma que el frío pueda circular. No los pegue a las paredes. Tenga cuidado de no obstruir la ventilación del grupo frigorífico.