Adoptado en 2019, el Pacto Verde para Europa plasma la estrategia de la Unión Europea para lograr la neutralidad de carbono en 2050. El plan pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo, por ejemplo, las energías renovables. En este contexto, la transición energética se convierte en un paso esencial para las empresas, que deben adaptarse a las nuevas normativas y limitar su impacto ambiental.
El impacto ambiental del sector del transporte
La actividad humana tiene un impacto muy importante sobre el medio ambiente. Las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación acústica, el consumo de energía y la degradación de los ecosistemas son factores con un impacto muy negativo sobre nuestro planeta. Una actividad centrada en el mantenimiento de la cadena de frío puede tener un impacto aún más fuerte, dado el consumo adicional asociado a la unidad de frío. Por ejemplo, las emisiones vinculadas a las fugas de gases refrigerantes, que incrementan el calentamiento global.
Normativas específicas para la transición energética en el sector del transporte
Ante los crecientes retos ambientales que plantea el transporte, la transición energética se está convirtiendo en una necesidad para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación acústica. Por ejemplo, el Reglamento europeo 2019/631 establece estrictas normas de emisiones de CO2 para los nuevos vehículos comerciales ligeros, animando a las empresas a renovar sus flotas con vehículos eléctricos, híbridos o de combustibles alternativos como el gas natural comprimido (GNC) y el biogás.
Flotas electrificadas y diversificadas
El vehículo eléctrico es una de las soluciones que mejor responde a los retos de la transición energética. El Libro Blanco de Petit Forestier muestra que un vehículo eléctrico puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 52 % y un 86 % en comparación con su modelo de combustión equivalente, según el modelo y el país, a lo largo de todo su ciclo de vida, con una reducción aún mayor cuando la electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, como en Francia, por ejemplo.
Optimizar los flujos de transporte para lograr una mayor sostenibilidad
La optimización de las rutas es un punto importante para reducir el impacto ambiental. Gracias a soluciones conectadas como la telemática, es posible identificar las rutas más cortas y menos congestionadas, así como realizar un mantenimiento preventivo, reduciendo el desgaste de los vehículos y su impacto ambiental. Esta optimización permite:
- Reducir el consumo de combustible de los vehículos y, por tanto, las emisiones de CO2;
- Reducir la contaminación acústica limitando el tiempo de circulación de los vehículos;
- Minimizar las emisiones de partículas finas procedentes de la abrasión de los frenos y los tubos de escape;
- Y mejorar los plazos de entrega y la satisfacción de los clientes.
Reducir la contaminación acústica: un reto clave para la movilidad sostenible
La contaminación acústica es un reto ambiental asociado al transporte. Estas molestias, sobre todo durante las rutas y entregas nocturnas, repercuten directamente en la calidad de vida de los habitantes de las zonas urbanas. Una de las formas más eficaces de reducir la contaminación acústica es adoptar vehículos más silenciosos, como los modelos eléctricos o híbridos, y utilizar unidades de refrigeración eléctricas, que ven su volumen de ruido percibido reducido a la mitad. Según Renault Trucks, el camión eléctrico de 16 toneladas es un 85 % más silencioso que su modelo de combustión equivalente.
La cadena de frío: un reto energético y medioambiental
La gestión de la cadena de frío puede aumentar la huella de carbono si no se optimiza adecuadamente. De hecho, puede tener un impacto negativo debido a las fugas de refrigerante y el consumo excesivo de los vehículos. Los nuevos sistemas de refrigeración que utilizan fluidos de bajo impacto climático pueden reducir estas emisiones, al mismo tiempo que garantizan una conservación óptima de las mercancías.
En conclusión, gracias a soluciones que permiten adaptarse al contexto reglamentario y ambiental, como nuestra gama de vehículos eléctricos y las herramientas de gestión inteligente de rutas, Petit Forestier se compromete a acompañar a sus clientes en la transición energética. Optimizar sus flujos logísticos y adoptar soluciones respetuosas con el medio ambiente no solo significa anticiparse a la evolución del mercado, sino también reforzar su competitividad.
Para saber más sobre la transición energética, póngase en contacto con nuestros expertos Petit Forestier.